La serpiente de cascabel es la más larga y venenosa de todo Norteamérica. Algunas de estas serpientes pueden alcanzar hasta los 2,5 metros de largo, y los 4,5 kg. de peso.
Normalmente viven en los secos bosques de pinos, en bosques arenosos, y en zonas costeras desde el sur del norte de Carolina hasta Florida y el este de Louisiana. Su piel con círculos amarillos, marcados en el centro por negros colores (parecidos a diamantes) hace que este tipo de serpiente sea el reptil mejor adornado de todo Norteamérica. Son unas exterminadoras en toda regla, y se alimentan de ratas y ratones así como de ardillas o pájaros.
A pesar de su fama de animal mortal y muy agresivo, las cascabel tienen gran aversión a los humanos, hecho que hace que solo ataquen para defenderse. La mayoría de las picaduras ocurren cuando se intentan cazar o matar a estas serpientes. Estas pueden morderte en una zona cuya longitud es un tercio de la de su cuerpo. El veneno de la cascabel es una potente toxina que puede matar pájaros y causa daños en el tejido. Sus picaduras son tremendamente dolorosas y pueden ser fatales para un humano. Por suerte, existe un antiveneno, que actúa con eficacia, evitando en la mayoría de los casos la muerte del afectado.
Cuando se encuentran acorraladas, estas serpientes mueven de manera muy rápida sus colas haciendo un sonido que se llama de cascabel, y no es más que un sonido que avisa del peligro. Las serpientes con el tiempo van aumentando su zona de traqueteo con el que hacen el sonido (cascabel), pero al mismo tiempo mudan la piel varias veces al año. Por eso, no se pude determinar la edad de la serpiente por su cascabel.
Esta serpiente de momento no está en peligro de extinción, pero la matanza indiscriminada y la pérdida de su hábitat están haciendo decrecer su número hasta este estado: peligro de extinción.
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